En un mundo cada vez más consciente de los riesgos ambientales, los ftalatos han aparecido como una grave preocupación. Estos compuestos químicos no son visibles a simple vista, pero están presentes en una multitud de productos de uso cotidiano.
¿Qué son los ftalatos?
Los ftalatos, o phthalates, son una familia de compuestos químicos derivados del ácido ftálico, que se suelen utilizar como plastificantes. Estos químicos se agregan a los plásticos para aumentar su flexibilidad, transparencia, durabilidad y longevidad.
Cuentan con la capacidad de convertir los plásticos rígidos en materiales flexibles. Aun así, esta propiedad también implica que no están químicamente ligados a los plásticos, lo que hace que se filtren fácilmente y entren en contacto con los humanos.
Los tipos de ftalatos más comunes son el ftalato de dibutilo (DBP), el ftalato de dietilhexilo (DEHP) y el ftalato de bencilo butilo (BBP).
¿Por qué debemos evitar los ftalatos?
La creciente preocupación por el ftalato se debe a los efectos adversos que tienen sobre la salud humana. Actúan como disruptores endocrinos, lo que significa que interfieren con la producción, secreción, transporte, acción o eliminación de las hormonas naturales en el cuerpo.
Se ha demostrado que la exposición prenatal está relacionada con problemas en el desarrollo genital masculina, como la reducción del tamaño testicular y la disminución en la producción de testosterona.
Aparte de los problemas reproductivos, también pueden contribuir al desarrollo de asma y alergias, aumentar el riesgo de obesidad, y resistencia a la insulina.
Ftalatos: dónde se encuentran
Dado el uso generalizado de los ftalatos en la industria, es casi inevitable que nos encontremos con ellos en nuestra vida diaria. Estos compuestos químicos están presentes principalmente en:
- Productos plásticos flexibles: como cortinas de baño, envases de alimentos, suelos de vinilo, juguetes de plástico, y cualquier artículo hecho de PVC.
- Productos de cuidado personal: se encuentran en esmaltes de uñas, perfumes, lacas para el cabello, jabones, champús, y otros productos de belleza.
- Productos de limpieza y ambientadores: en aerosoles, líquidos limpiadores y ambientadores, empleados en espacios cerrados como el hogar.
- Productos médicos: incluyen bolsas de sangre, tubos intravenosos y otros dispositivos fabricados de PVC.
- Envases de alimentos: están en plásticos usados para envolver o almacenar alimentos, sobre todo aquellos con alto contenido graso.
Ftalatos en alimentos: riesgos y prevención
Una de las fuentes más típicas de exposición es a través de los alimentos. A causa de que los ftalatos se emplean en el embalado y procesado, pueden migrar fácilmente desde los envases de plástico a las comidas que consumimos.
Los ftalatos en alimentos son más comunes en productos en contacto con plásticos durante su producción, envasado o almacenamiento. Esto incluye alimentos enlatados, productos procesados, comestibles grasos como quesos y carnes, etc.
¿Cómo podemos prevenir la exposición a ftalatos en los alimentos?
A continuación, te compartimos algunos consejos prácticos para evitar esta contaminación alimenticia.
- Evita el uso de plásticos en la cocina: es recomendable reducir el uso de plásticos, sobre todo aquellos con código de reciclaje 3 (PVC), para almacenar o calentar alimentos.
- Elige alimentos frescos: los alimentos procesados son más propensos a estar contaminados.
- Leer las etiquetas: Busca productos etiquetados como libres de ftalatos o sin PVC.
- Minimiza el uso de envases plásticos: siempre que sea posible, escoge productos que no estén envasados en plástico. Los empaques de vidrio o papel son opciones más seguras.
Alternativas a los productos con ftalatos
A medida que aumenta la conciencia sobre estos riesgos, cada vez más consumidores buscan alternativas seguras. Afortunadamente, existen muchas opciones disponibles que son mejores tanto para nuestra salud como para el medio ambiente.
Aquí, te presentamos las alternativas más efectivas:
- Plásticos alternativos: utiliza polímeros como el polietileno (PE) y el polipropileno (PP), que no requieren ftalatos como plastificantes.
- Materiales naturales: optar por elaboraciones hechas de silicona, bambú, vidrio o acero inoxidable, que son más seguros para el uso cotidiano.
- Cosméticos libres de ftalatos: busca cosméticos etiquetados como “libres de ftalatos”, “libres de parabenos” o “naturales”. Considera adquirir marcas transparentes en el etiquetado de sus ingredientes.
- Productos de limpieza naturales: usa soluciones como vinagre, bicarbonato de sodio y aceites esenciales para la limpieza del hogar.
- Ambientadores naturales: sustituye los ambientadores comerciales por opciones naturales, como aceites esenciales o plantas purificadoras de aire.
El ftalato es un producto químico presente en muchos aspectos de nuestra vida diaria. A medida que continuamos aprendiendo sobre los impactos de estos, es importante que los consumidores tomen decisiones informadas y prioricen el bienestar a largo plazo.
En GB Inyectados siempre utilizamos materiales aptos y sin ftalatos
Desde GB Inyectados, como empresa comprometida con la sostenibilidad, te queremos explicar qué son los ftalatos, por qué es importante evitarlos, dónde se encuentran y cómo podemos reducir nuestra exposición a estos compuestos.
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